Catedral de Chiclayo
Centro de la ciudad, frente a la Plaza de Armas. Visitas: En horario de misa.
De estilo neoclásico, diseñada por Gustave Eiffel, data del año 1869. Presenta una portada de dos cuerpos sostenida por columnas dóricas que se anteponen a los tres arcos de la entrada. En esta iglesia, formada por tres naves, destaca la imagen tallada en madera del Cristo Pobre.
Palacio Municipal de Chiclayo
Calle San José N° 823.
Edificio republicano de amplios ventanales y puertas de fierro forjado. Data de 1919 y se estima que costó algo más de 30 mil libras de oro. En el 2006 sufrió un incendio que destruyó el 40% de su edificio y actualmente está restaurada y funciona como museo.
Capilla de La Verónica
Calle Torres Paz N° 294. Visitas: En horario de misa.
Los orígenes de este templo se remontan a las ramadas o capillas doctrinales que ofrecían misas de difuntos y celebraban festividades de los santos de las comunidades de Cinto y Collique. La iglesia, construida en 1840, se caracteriza por una planta rectangular, con torres gemelas del campanario y un pequeño atrio. Su techo abovedado está sostenido por vigas de algarrobos enyesados y su retablo mayor y hornacinas están revestidos con pan de bronce.
Plazuela Elías Aguirre
Ubicada entre las calles Elías Aguirre y San José (cuadra 3).
Fue construida en 1924 en honor del comandante Elías Aguirre, héroe chiclayano del Combate de Angamos, uno de los combates de la Guerra del Pacífico (1879). El diseño de la plazuela es obra del escultor peruano David Lozano.
Basílica San Antonio
Se sitúa entre la calle Torres Paz y la Avenida Luis Gonzales. Denominada San Antonio de los Padres Descalzos de Chiclayo, de arquitectura moderna (1949). La nave principal es bastante amplia, presenta arcos de medio punto y, en su altar mayor, destaca el Cristo crucificado articulado, escultura en madera policromada.
Mercado de Brujos
Se encuentra ubicado en la esquina suroeste del Mercado Modelo de la ciudad de Chiclayo. Los brujos (curanderos) y chamanes venden tónicos, bebidas alucinógenas, hierbas aromáticas, amuletos y mucho más, y hacen tratamientos de medicina tradicional, también lecturas de cartas para adivinar el futuro o alejar los malos espíritus. Los curanderos tienen conocimiento ancestral de las propiedades curativas de las plantas que ha permitido desarrollar una verdadera farmacopea, como parte de la integración religiosa del hombre con la naturaleza. El uso de estas plantas se ha generalizado no sólo entre los curanderos y los indígenas, sino también entre los habitantes de las grandes ciudades modernas que aprecian sus propiedades curativas. El "chamico" (Datura stramonium) se recomienda el té para combatir el asma, mientras que la quinina, un extracto de la "quina" o "cascarilla" (Cinchona officinalis) es un remedio seguro contra la malaria. Cálculos en el riñón y la vesícula biliar puede ser disuelto beber una bebida hecha con "cola de caballo" (Andropogon bicornis) o "chanca" literalmente, "picando piedra" (Phyllanthus niruri). Mientras tanto, el jacarandá (Jacaranda acutifolia) y "Huamanripa" (Laccopetalum giganteum) han demostrado eficacia contra afecciones bronquiales. "Matico" (Piper adumcum) es un antiinflamatorio y "tara" (Caesalpinia spinosa) es un eficaz antidiarreico. "Uña de gato" (Uncaria tomentosa) actúa como un inhibidor de las células cancerosas y la valeriana (Valeriana pinnatifida) previene la epilepsia y el insomnio cura.